Diario de Selectividad: Consejos para prepararla

En una inmensa mayoría de los casos, un buen bachillerato se traduce en una buena selectividad. Todo lo que tenías que aprender ya lo tienes interiorizado, aunque no lo creas. Ahora solo queda repasar. No obstante, si a lo largo de los dos cursos de bachillerato no has sido tan constante como hubieras debido, y no has trabajado de forma regular, ahora toca ponerte las pilas. No te desanimes; te damos unos cuantos consejos. Cómo preparar el examen de selectividad con éxito:


  • Es imposible que estudies de principio a fin cada una de las materias, no acabarías nunca y la sobrecarga de información no te llevaría al éxito. Ahora es momento de afianzar y repasar aquellos contenidos más importantes del temario.
  • Realiza listados, índices, esquemas, mapas conceptuales... para saber qué ideas principales debes controlar de cada una de las asignaturas. No es necesario que partas desde cero, seguro que puedes aprovechar mucho material que hayas ido realizando durante los dos cursos.
  • Utiliza modelos de examen de años anteriores que tu profesor podrá proporcionarte, o que podrás encontrar en internet, ya que no solo son una buena forma de practicar, sino que te permitirán conocer el formato de la prueba que te vas a encontrar (tipo de preguntas conceptuales, procedimentales, bloques en los que se divide el contenido...), la puntuación asignada a cada parte, el tipo de enunciado... Cuando realices los modelos de prueba controla el tiempo para que su realización se asemeje lo más posible a la del día del examen real. Consulta también las correcciones, revísales con el profesor: podrán darte muchas pistas sobre las pautas de corrección aplicadas y ayudarte a saber qué se espera de cada una de las respuestas.
  • Márcate pausas controladas de tiempo durante el estudio. Es importante desconectar cada cierto rato realizando cualquier otra actividad diferente. Recuerda practicar también algunos estiramientos.
  • Durante el tiempo que dure la preparación procura mantener algunas rutinas de deporte, un buen descanso (que resulta primordial la noche de antes) y una buena alimentación. Entre los alimentos que bajan el nivel de actividad cerebral se encuentran el azúcar, la miel, la pasta, el pan, el alcohol... En cambio, la cafeína y las proteínas la estimulan. Hay quien también hace de tilas y valerianas e incluso de las bebidas energéticas sus aliados, pero cuidado con todas ellas, porque si no estamos acostumbrados a ingerirlas de forma habitual pueden jugarnos una mala pasada.
  • Estudia en un espacio ordenado, sin demasiados objetos por medio. Un espacio luminoso y armónico te ayudará a concentrarte. Puedes escoger una biblioteca, una sala de estudio o tu habitación. Si estudias en tu cuarto, procura hacer los descansos en otro espacio; de lo contrario, aunque cambies de actividad no desconectarás del todo.
  • Mientras estudias, evita distracciones como el móvil, que te harán perder el tiempo y no aprovecharlo al máximo. Recuerda que siempre es mejor una hora bien empleada que dos a medias.

¡Mucho ánimo! Después de esto, encaminaréis vuestro futuro hacia donde queráis :)


Con la colaboración de Aroa Sánchez.
Autor imagen: Universidad de Navarra
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